jueves, 31 de octubre de 2013

♠ ERNESTO CARDENAL HABLA SOBRE POESÍA


La poesía debe acercarse a la gente, que se entienda, porque de lo contrario no comunica nada, hoy la poesía en lengua hispana es mala en general, afirma el poeta nicaragüense Ernesto Cardenal, invitado al Hay Festival para charlar acerca de Nicaragua como país de creadores.

El poeta compartió en Xalapa sus ideas sobre la revolución y el papa Francisco


Escribir poesía que el lector no entiende ha sido una especie de plaga, dijo el sacerdote durante una conferencia de prensa. Los poetas ya no hablan de lugares, por ejemplo, escriben lo que Cardenal llama “poesía del Hotel Hilton, que son lugares exactamente iguales en El Cairo o Jerusalén. Son lo mismo. Ahora no mencionan sitios geográficos, o un nombre propio; no mencionan un Zapata o un Juárez, las pirámides o la cocina mexicana, que son cosas que sí se encuentran en el muralismo de Diego Rivera, pero no en la lírica. Eso hace que la poesía sea poco leída, o si la leen, no la entienden. Hay poetas a los que les gusta que la poesía no se entienda.

“Yo lo he dicho francamente ofendiendo a otros países, por ejemplo cuando me preguntan qué me parece la poesía española. Mala les digo, y se espantan, Pero no hay nada nuevo ni nada propio".

Todo cabe

Hay que transformar la poesía, acercarla al pueblo; lo primero, que se entienda, y después escribir sobre temas que interesen, no sólo la aventura que uno tuvo en un burdel; todo puede informar. El gran poeta estadunidense Ezra Pound decía que en la poesía cabe todo, como en la prosa. Se puede poner lo que pasa en la calle, secretos de los bancos que tanto nos afectan, la guerra, la política nacional o internacional; todo eso cabe en la poesía; el amor también, los amores secretos caben. La poesía entonces se leería tanto como se lee la prosa. La decadencia de la poesía se debe a que se restringió y no escribe de todo.

Una de las cosas que más le preocupan, añade, es “la independencia. Estamos en la lucha de la segunda independencia, ya tuvimos la primera, que fue de la corona española, ahora nos estamos independizando de la corona del imperialismo de Estados Unidos. Hay unos que lo han logrado, otros que están en vías de conseguirlo.

México ha tenido altas y bajas: la primera revolución del mundo moderno, una revolución poética y épica y lo que produjo en arte, en cultura, los murales, producto de la revolución... también la comida mexicana, que fue promovida por Vasconcelos, esa también es una revolución, mal vista, porque era la comida de los pobres. La gran comida mexicana fue promovida por un ministro de educación de la Revolución Mexicana, que fue el que promovió los grandes murales.

Dice que él no es un ícono de la revolución ni de la poesía, pese a los premios y reconocimientos que ha recibido a lo largo de su carrera. Soy un poeta de la revolución porque escribo sobre la revolución. No he tocado armas, no he peleado, no propiamente por cobarde, sino porque cuando fue la revolución armada en Nicaragua ya no tenía edad para participar: los guerrilleros decidieron que uno no tuviera más de 25 años, y yo tenía bastantes más.

Tal vez sea un ícono de la poesía, pero para quienes les gusta mi poesía.

Entre la revolución y la poesía puede o no haber una relación. Hay poetas que nunca han tocado la revolución en su poesía; los hay en México, evidentes, Octavio Paz, por ejemplo, ese no tocaba la revolución, era enemigo de la revolución, era antirrevolucionario.

Poesía, revolución y amor, para este sacerdote poeta, deberían ser lo mismo. “La poesía y el amor han estado unidos, probablemente desde que nacieron la poesía y el lenguaje. He descubierto que el primer lenguaje de la humanidad fue la poesía, y unos científicos lo precisan más: el canto más que la poesía. La primera poesía pudo haber sido la canción de cuna o la canción de los enamorados"

Y la revolución es amor, la verdadera revolución. Hay quien piensa que revolución son los fusiles, pero es cambio, evolución y revolución. La evolución es lenta y la revolución cambia todo en un momento.


Le preguntan su opinión sobre el papa Francisco: Está revolucionando El Vaticano, cosa que parecía inmovible. Revolucionar El Vaticano es revolucionar Roma y la Iglesia católica, y en cierto sentido el mundo. Eso está haciendo ese papa humilde, simplemente con actos sencillos, hasta lógicos podemos decir. 

domingo, 13 de octubre de 2013

♠ 12 DE OCTUBRE, LA INVASIÓN NO HA PARADO, NUESTRA RESISTENCIA CULTURAL TAMPOCO



Se invadió nuestro territorio para sacar todo lo que era valioso para los europeos, no importó la forma: destrucción de los ambientes y ecosistemas y de hecho a nuestras culturas originarias ¿Esto ya paró? ¡NO!  Esto continúa todavía. En este mismo momento nuestros pueblos originarios están reunidos con las autoridades para que se respete sus territorios y se cumpla la Ley de Consulta Previa. Ahora los grandes invasores genocidas son las transnacionales y los gobiernos de turno que venden nuestra patria a precio huevo. Este 12 de octubre nos lo recuerda después de más de cinco siglos que seguimos en pie de resistencia por la conquista de nuestra verdadera independencia y una sociedad mejor, más justa y humana. A SEGUIR LUCHANDO POR NUESTRA IDENTIDAD CULTURAL.

sábado, 12 de octubre de 2013

♠ PREMIO NOBEL DE LITERATURA 2013 PARA LA DAMA DEL CUENTO CORTO ALICE MUNRO

ESTOCOLMO.- La canadiense Alice Munro es la ganadora del Premio Nobel de Literatura 2013, anunció esta mañana la Real Academia Sueca en Estocolmo, que la calificó como la "maestra de los cuentos cortos contemporáneos".

Munro, que nació el 10 de julio de 1931 en Ontario, es conocida por sus cuentos cortos centrados en las flaquezas de la condición humana, publicados en colecciones como ¿Quién te crees que eres? (1978), Las lunas de Júpiter (1982), Escapada(2004), La vista desde Castle Rock (2006) and Demasiada felicidad (2009).

Sus libros más reciente son Demasiada felicidad (2010), La vida de las mujeres (2011) y Mi vida querida , publicado este año en la Argentina. Éste último está compuesto por catorce relatos, donde se mezclan la ficción y la autobiografía.

Es la primer vez, en 112 años, que la academia sueca premia a un autor que sólo escribe cuentos y es la décimo tercera vez en que una mujer obtiene el Premio Nobel en esta categoría.



Leer uno de sus cuentos:
http://www.lanacion.com.ar/1627710-un-cuento-de-alice-munro-radicales-libres

jueves, 10 de octubre de 2013

♠ PARA CONOCER EL PERÚ DE HOY


El único mérito que puedo concederme en esta vida moteada de algunos éxitos y muchos fracasos, en esta carrera ingrata que me eligió, en este oficio artesanal de tratar de encontrar la verdad que a pocos importa y las mentiras que ya no escandalizan, el único mérito que me concedo, digo, es no haber cedido a la tentación del medio: resígnate, así es el Perú, tolera lo que todos, créeles a los idiotas de la derecha, a los que hacen negocios turbios y a la vez editorializan en relación con “los valores de la democracia” (cuando la verdad es que se zurran en ella y en lo que significa).


Naces en este país hermoso y complicado y la primera sugerencia que te asalta es la del estoicismo: quédate quieto, tranquilo hermano, así es esta vaina, esto no lo arregla ni el sillau. Y se te puede pasar la vida haciéndote el de la vista gorda, haciéndote el loco y asistiendo con cara de palo a las grandes mecidas.

–Nada puedes hacer, esas son las reglas– susurra el aire tóxico de Lima.
–Esto no lo ha cambiado nadie– remacha una sombra, la sombra de lo que pudiste ser.

Me van a perdonar pero yo jamás creí en eso. Jamás hice el muertito en el mar de los sargazos de las voluntades, quebradas o roídas. ¿Por qué? Porque siempre creí que en el país de las cabezas gachas había que mirar lo más lejos que se pudiera. Porque viendo a las hormigas a uno le dan ganas de volar. Porque hay belleza en la rebeldía y una flácida fealdad en el conformismo.

Porque, en fin, siendo un viejo creyente del agnosticismo siempre he pensado que Jesucristo fue un hombre revoltoso asesinado por el orden imperante. Y que sin la rebeldía de Cáceres habríamos detenido nuestra historia en el mísero Iglesias. Y que sin la rebeldía de De Gaulle los franceses habrían tenido que arrastrarse junto a Petain, ese gran derechista pro nazi.

Mi generación ha fracasado. 

Pudimos tener a un refundador del país y construimos a García. Pudimos tener a un inconforme consagrado por las multitudes, a alguien que estuviese más impulsado por el amor que por el odio, pero nos detuvimos en Robespierre y en sus encarnaciones criollas.


Pudimos tener un país y lo que permitimos fue un mall. Ahora la pelota está en el tejado de los jóvenes. De ellos dependerá que este país cambie de verdad.

Hace como mil años que vivimos hablando en voz baja, consintiendo.

Hablamos bajito cuando los incas podían desollarte. Y más bajito cuando los españoles te podían trocear. Y todavía con murmullos cuando fuimos libres de boca para afuera pero súbditos de los sucesivos caudillos que creían que el Estado era un bien raíz y una chacra para los amigotes. Así fuimos haciendo esta gran Aracataca. Macondo hicimos.

Pensar era –y es– una anomalía. Disentir, una provocación. Rebelarse, una extensión de la locura. En un país dominado por la injusticia hablar de la injusticia te podía costar El Frontón. Y luchar contra ella, la vida.

Frente a un Túpac Amaru hubo cien Piérolas creando sus propios califatos. Porque el miedo a la libertad no es solo el título de un libro de Fromm. Es la consigna que la derecha le ha impuesto al Perú. Está en su escudo desarmado y en sus genes vendedores mayoristas de su propio país.

Todos roban –te dicen–. Y eso es casi una invitación a robar. Porque si todos roban, ya nadie roba.

–Aquí no hay castigos ni recompensas, todo se olvida– te muelen repitiéndolo. Y eso es otra incitación a la impunidad.

Lo criollo es también esta salsa espesa de quietud egoísta. Las verdaderas tradiciones peruanas no son las de Ricardo Palma: son decir sí y estar en la foto.

¿Exigir cambios? Eso es –dicen los que cortan el jamón y los idiotas de sus services– de chavistas, rojos, perfeccionistas, amargados y renegones. En el Perú la ira de los pobres se combate con misas o balazos y hay un estoico agazapado en cada futuro, detrás de la maleza de los días. Y cuando estemos lo suficientemente ablandados, vendrá el tiro de gracia. Y cuando venga el tiro de gracia, cuando ya no pienses sino en ti mismo y bailes solo en la loseta ínfima que te asignaron, ese será el día final de tu hechura: serás uno de ellos. Hablarás como ellos, maldecirás como ellos, venderás como ellos. Y, sobre todo, harás lo que ellos: negar al otro y sólo reconocerte entre los tuyos
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Que los jóvenes aprendan la lección. Nada cambiará si no matamos la resignación.

Porque la democracia no consiste en votar de vez en cuando. Consiste en ejercer la libertad a cada rato.

Los esclavos no aman la libertad –esa es una mentira altruista–. Solo los libres pueden amar la libertad y defenderla.

La mansedumbre no es madurez sino derrota. El aguante es la amnistía crónica. La docilidad es lo que se les exigía a los negros carabalíes embarcados a la fuerza en el puerto de Macao. La libertad no mata. La paciencia es una mentira teologal que contradice a Cristo y que Cipriani aplica en cada hostia. Cristo fue impaciente. La vida es una ráfaga impaciente.

Los peruanos no nacimos un día en el que Dios estuvo enfermo, como decía Vallejo de sí mismo. Naceremos el día en que sepamos apreciar el vértigo creador de la palabra desacato. El desacato no es el caos. Caos es lo que vendrá cuando las presiones sociales, contenidas por el plomo y la mentira, revienten otra vez.

Y ahora sería un magnífico desacato, un descomunal acto de rebelión democrática o dejarse engatusar por quienes quieren, en el colmo de la indignidad, que premiemos a la hija de un ladrón y asesino –ladrona ella misma al gozar del dinero robado– con la presidencia de la República.

Y todo por cerrarle el camino a un señor que quiere cambiar algunas cosas. Solo algunas cosas. Un señor al que la experiencia ha moderado y que se ha comprometido a no hacer experimentos anacrónicos. Pero que sí quiere que las mineras paguen lo que deben, que los impuestos sean más directos, que los viejos estén menos desamparados, que haya menos hambre y que la pobreza rural se atenúe todo lo que se pueda sin desbaratar la economía. Y que quiere también que el gas peruano abastezca primero a los peruanos y que los grandes proyectos de exploración y explotación de la minería y del petróleo se concilien con los intereses nativos y las normas ambientales que no se están cumpliendo.

La derecha quiere volver a demostrarnos que siempre gana. Presentó cuatro candidatos –cuatro variaciones de la misma melodía: Castañeda, Toledo, PPK y K. Fujimori– y los cuatro perdieron. Ganó un hombre gris que propuso algunos cambios. Y lo peor: sale la primera encuesta pos primera vuelta y el hombre sin demasiados atributos ¡sigue ganando! Y sigue ganando porque Lima, este espanto, no es el Perú. Porque el gobierno de Las Casuarinas está en crisis. Porque el modelo García, una combinación de Caco con Friedman, drena sanguaza.


Entonces, la derecha propone liquidar, de una vez y para siempre, esta pesadilla que aturde al dólar, baja las acciones, hace chorrear el rímel. Para eso están su tele, su radio, sus periódicos. Y se deciden por lo previsible: la campaña del terror.

Solo el terror podrá salvarlos. Porque saben que su prontuariada candidata es impresentable aun para 75 por ciento de peruanos.

Lo único que cabe, entonces, es bombardear al incómodo reformista con todos los B-52 de la calumnia, el rumor, la mugre, la idiotez que los cándidos pueden propagar. El propósito es el homicidio político del hombre que propone algunos cambios. Y los muertos no pueden ganar elecciones.

Hablan de intromisión extranjera los que quisieran anexarse a los Estados Unidos o al Chile potente que sus tatarabuelos dejaron entrar con su cobardía y su desunión. Denuncian que la libertad de prensa peligra quienes despiden a periodistas que se niegan a sumarse al lodo de la campaña contra Humala. Y advierten que el empleo está amenazado quienes han creado la mayor cantidad imaginable de empleos basura y services explotadoras.

Y a todo esto le llaman “elecciones democráticas”. A ensuciar la inmundicia le llaman “debate”. Y no tienen problema alguno bancando a una candidata indecente. Ellos representan la vieja indecencia de las encomiendas, las ladronas leyes de consolidación, el festín del guano. La señora K. Fujimori les cae como anillo al dedo. Por César Hildebrandt.