martes, 26 de marzo de 2013

♠ DÍA MUNDIAL DE LA POESÍA EN EL CREA. POESÍA DEFINICIÓN

Celebrando el Día Mundial de la Poesía, jueves 21 de marzo, en el Gran Parque Huiracocha y su Centro Cultural CREA. San Juan de Lurigancho
POESÍA DEFINICIÓN


Definición
Por Carlos Villa Valle

¿Quién soy yo
para escribir poesía? Pero
¿Quién soy yo
para no escribir poesía?
Ante todo
¿Para qué escribir poesía?

Soy un pobre tris inquisitivo
Sé que estoy vivo
y quiero armar las palabras
como pinceles universales
pintar el mundo de versos
como fiesta de trinos tiernos.

El mundo necesita poesía
para poblarse de ternura.

Entonces
Me pondré la camisa de la luna
y como un carbón encendido
escribiré poesía
Crearé pueblos atrevidos de versos
que tocan sonoras campanas de libertad.

Escribiré poesía
para esas muchedumbres de susurros
extendidas de silencio.

Me uniré a ustedes
crearemos revolución de versos
en mano abierta de estrellas.

La poesía no se rinde
si es humanista es liberadora.
La poesía no es solución
pero es contribución.
Avestruz        NO
Pavo Real      NO
Soy  verso  LIBRE
Soy   verso    RÍO
Soy  verso PUÑO
Soy   verso   PAN
Soy  verso  TIERRA
Soy  verso   ÁRBOL
Soy  verso INTERROGANTE
Soy     verso     LIBERACIÓN
                               

sábado, 16 de marzo de 2013

♠ UTOPÍAS Y DESVARÍOS


Utopías y desvaríos
Miuler Vásquez (de Tarapoto Perú)

Un tipo a quien siempre esquivo para no mirar su cara, el otro día tuvo el descaro de pararse frente a mí, dispuesto a convencerme de ir a una reunión política. “¿De qué se trata?”, pregunté. El tipo este, animoso, me dijo que el partido más tradicional del Perú, varias veces gobierno, con muchos líderes históricos e incluso con la próxima presidencia asegurada, iba a organizar una reunión de jóvenes, importantísima, y que incluso el hombre más longevo de esta organización, les daría una video-conferencia y saludo vía SKYPE. “Te invito, así socializaremos con mucha gente impetuosa y joven como nosotros”, me animó. Yo no dije nada al inicio; enseguida, tras mirarlo con repugnancia, así le hablé: “Primero: para la Constitución política peruana, ni tú ni yo somos jóvenes: ya hemos pasado los treinta; segundo: antes de decirte lo que vas a escuchar, te quiero preguntar si realmente perteneces a ese partido que dices. Responde.” Me miró contrariado, algo dubitativo. “Sí”, me afirmó luego de una pausa. “Dime la verdad, somos amigos y no quisiera tener que decirte esto”, insistí. “Sí, sí, ¡soy partidario!”, se arrebató. Y yo, sacando de mi bolsillo un billete de cien soles, mi único ahorro del mes: “Si de verdad eres lo que dices, ahora mismo me iré a una bodega y con este dinero, hasta donde alcance, compraré todo el jabón que pueda, para desinfectarme las manos de las veces que las estreché con las tuyas. No me importa si me tengo que lavar días y días, lo haré. ¿A cuánto cuesta cada barra? ¿Tres, cuatro soles? Con cien podría comprarme veinticinco unidades…” El baboso bajó la mirada con aparente resentimiento, y sin despedirse, se fue para siempre, creo, porque no lo he vuelto a ver hasta ahora. 

Un segundo tipo, seguramente aburrido con su vida, cada vez que lograba dar conmigo, se apresuraba a invadir mi tranquilidad con preguntas personales. Yo siempre quise ser cortés con él, por eso mejor ni le respondía. Siempre era así, hasta que un día, cansado de sus acosos, me detuve a escucharlo. Tras haber oído sus miles de preguntas sobre mi familia, hijo, hermanos, salud, enamorada, trabajo, etc., le pregunté si creía en la reencarnación. “No. Aparecimos al azar”, me contestó, al instante. “¿No crees, entonces?”, volví a preguntarle. “No. Tampoco creo en Dios”. Sin decir nada más, en estado de aparente complacencia, hice el ademán de irme. “¡Espera!”, escuché de pronto, “¿y si creyera, qué?” Me di la vuelta. “Tú sí crees en la reencarnación”, le dije, “estoy convencido de eso; es más, sospecho que cuando te toque elegir un nuevo cuerpo, querrás ser un sapo”. Mis palabras fueron mágicas: el tipo se hizo sapo, hasta hoy. ¿O será que me he sugestionado y prefiero creer que lo es, para no escuchar sus estupideces?

Un tercero me hizo una consulta. Me dijo: “Tú que eres ingeniero agrónomo y que has estudiado en la “mejor” universidad del Perú, ocho años, a ver dime, ¿por qué algunas naranjas son menos dulces que otras? He sembrado la misma variedad en dos terrenos distintos y se nota que la de un lado es más ácida”. Después de hablarle sobre textura, PH, porosidad, fertilizantes, variedades, tipos de suelos…, finalmente le dije: “Como he estado mucho tiempo estudiando, se entiende porque me gustaban las materias y las llevaba más de una vez, te puedo decir que, definitivamente, si quieres que tus naranjas sean más dulces, debes ir a los distribuidores de abarrotes y comprar azúcar al por mayor. La dulzura va a depender de la cantidad de gramos que le añadas a cada planta, según las veces que lo hagas. De preferencia, te sugiero que tomes estas medidas en la etapa de floración. Es todo. Ve entonces, ve a comprar lo que te dije”. Y no se fue; más bien empezó a reírse en mi cara. “¡Carajo!”, le levanté la voz, “¿quién es el ingeniero acá?”

Un cuarto, uno que vende comida, nos recibió una vez, a mí y a unos amigos que vinieron a visitarme desde la capital, en su acogedora casa. Estábamos de lo lindo, almorzando, cuando de repente, “¿qué es esto?”, se sorprendió la mujer, porque ellos eran una pareja, “¡y esto!”, agregó el hombre. Me acerqué a ver en el plato, donde reposaba un juane de yuca y paiche, y vi unos minúsculos gusanos arrumados en colonias, por doquier. No supe qué hacer, la vergüenza que tuve fue grande. Pensaba: “en qué momento se me ocurrió traerles aquí”. Lo único que hicimos, como era de esperarse, fue largarnos de inmediato. Al día siguiente, no sé por qué, le comenté este percance a un amigo escritor y periodista. “Qué bárbaro, qué cochino, qué idiota”, fueron algunos de los adjetivos que le escuché decir, creo que hasta más indignado que yo mismo. Ni me imaginaba que al poco tiempo, en los días siguientes, iba a circular una noticia pública en la que se hacía escarmiento del descuido de algunas personas en cuanto a higiene en la alimentación; aunque no hubo nombres, la evidencia era marcada. Pues bien, a este amigo periodista, volví a visitar algunas semanas después. Me senté a su mesa, por insistencia, y mientras él me recordaba la escena de los gusanos, riéndose a carcajadas, yo me dispuse a comer. Hube dado dos o tres bocados, no más, a un arroz con frijoles verdes, antes de detenerme y mirar atentamente su contenido. “¿Qué pasa?”, indagó mi anfitrión, todavía con la sonrisa en los labios. Entonces levanté de mi plato un enorme gusano, de esos que hay en las vainas de los frijoles. Era grande, de por lo menos tres centímetros. El semblante de mi amigo cayó bruscamente; de la dicha, pasó al desamparo; de la vida a la inercia... Me quise reír a todo pulmón, como él lo había hecho hacía unos minutos, pero me contuve. Creo que después ni hablamos más durante todo el almuerzo.

Un quinto, el hombre más polifacético que conozco, un día me estuvo hablando de Dios; me decía: “Dios está a mi nivel”. Así hablaba, con aparente seguridad y por enésima vez, cuando de repente, un ruido nos hizo estremecer. Salió corriendo a ver qué era, y, ¡sorpresa!, vio a su moto prácticamente convertida en chatarra. Seguramente algún chofer, en afán de dar la vuelta a su vehículo o quién sabe si por puro goce, la aplastó de la peor manera. “¿Qué me estaba diciendo de Dios?”, me atreví a preguntarle. Mis palabras no fueron oportunas, por tanto, ni las hubo más ni tampoco encontré respuesta alguna. Mejor pasé a retirarme. (M.V.)

♠ EMBRIÁGUENSE. Poesía en prosa de Charles Baudelaire


EMBRIÁGUENSE

Hay que estar ebrio siempre. Todo reside en eso: ésta es la única cuestión. Para no sentir el horrible peso del Tiempo que nos rompe las espaldas y nos hace inclinar hacia la tierra, hay que embriagarse sin descanso.

Pero, ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca. Pero embriáguense.

Y si a veces, sobre las gradas de un palacio, sobre la verde hierba de una zanja, en la soledad huraña de su cuarto, la ebriedad ya atenuada o desaparecida ustedes se despiertan pregunten al viento, a la ola, a la estrella, al pájaro, al reloj, a todo lo que huye, a todo lo que gime, a todo lo que rueda, a todo lo que canta, a todo lo que habla, pregúntenle qué hora es; y el viento, la ola, la estrella, el pájaro, el reloj, contestarán:

“¡Es hora de embriagarse!"

Para no ser los esclavos martirizados del Tiempo, ¡embriáguense, embriáguense sin cesar! De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca.

Charles Baudelaire

lunes, 4 de marzo de 2013

♠ EL ARTE DE LA INTELIGENCIA, MANUAL DE LA CÍA PARA CONTROLAR EL ARTE, LA LITERATURA, PERSONAS Y PAÍSES


EL ARTE DE LA INTELIGENCIA, de ALLEN W. DULLES*
Manual de la CIA para controlar el arte, la literatura, personas y países. Aquí un fragmento que nos pondrá los pelos de punta.

Usted haga el ejercicio intelectual de cambiar el nombre del país, por decir Cuba, Venezuela, Perú en vez de Rusia. Tendrá la teoría completa del control mundial.

“Sembrando el caos en la Unión Soviética, sustituiremos sus valores, sin que sea percibido, por otros falsos, y les obligaremos a creer en ellos. Encontraremos a nuestros aliados y correligionarios en la propia Rusia. 

Episodio tras episodio se va a representar por sus proporciones una grandiosa tragedia, la de la muerte del más irreductible pueblo en la tierra, la tragedia de la definitiva e irreversible extinción de su autoconciencia. 

De la literatura y el arte, por ejemplo, haremos desaparecer su carga social. 

Deshabituaremos a los artistas, les quitaremos las ganas de dedicarse al arte, a la investigación de los procesos que se desarrollan en el interior de la sociedad. 

Literatura, cine, teatro, deberán reflejar y enaltecer los más bajos sentimientos humanos. 

Apoyaremos y encumbraremos por todos los medios a los denominados artistas, que comenzarán a sembrar e inculcar en la conciencia humana el culto del sexo, de la violencia, el sadismo, la traición. En una palabra: cualquier tipo de inmoralidad. 

En la dirección del estado crearemos el caos y la confusión. De una manera imperceptible, pero activa y constante, propiciaremos el despotismo de los funcionarios, el soborno, la corrupción, la falta de principios. 

La honradez y la honestidad serán ridiculizadas, innecesarias y convertidas en un vestigio del pasado. 

El descaro, la insolencia, el engaño y la mentira, el alcoholismo la drogadicción, el miedo irracional entre semejantes, la traición, el nacionalismo, la enemistad entre los pueblos, y ante todo el odio al pueblo ruso; todo esto es lo que vamos a cultivar hábilmente hasta que reviente como el capullo de una flor.

Sólo unos pocos acertaran a sospechar e incluso comprender lo que realmente sucede. Pero a esa gente la situaremos en una posición de indefensión, ridiculizándolos, encontrando la manera de calumniarles, desacreditarles y señalarles como desechos de la sociedad.

 Haremos parecer chabacanos los fundamentos de la moralidad, destruyéndolos. 

Nuestra principal apuesta será la juventud. La corromperemos, desmoralizaremos, pervertiremos.”
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El texto pertenece al libro titulado EL ARTE DE LA INTELIGENCIA, de ALLEN W. DULLES (en la fotografía), fundador e ideólogo de la CIA en la década de los 50 y también el que desempeñó el cargo durante más tiempo. Dulles fue una de las personas más influyentes y poderosas dentro del gobierno de los EEUU.

E.E.U.U. es especialista en escoger personas para encargarles los cargos más abyectos y ruines contra su propia gente. Actualmente tenemos al  Caballo de Troya en Cuba llamada Yoani Sánchez. Ella que va a ser disidente, es una funcionaria de los cuerpos de inteligencia de E.E.U.U. que está haciendo su trabajo y le pagan por eso. Problema de Cuba que no la descubre. Tanto Allen Dulles y Yoani Sánchez son figuras bien buscadas porque parecen todo bondad, caritas de inocentes de yo no fui, con pinta de jugadores de pocker hollywoodenses, con sus frases rebuscadas y bonitas, pero hay que ver lo mentirosos y sanguinarios que son: Dulles el teórico y la Sáchez la mejor alumna del caos, todo para que siga reinando el dinero y el capitalismo en el mundo, sistema que mata de hambre a los niños, ancianos y mujeres. La mercenaria Yoani lucha para que Cuba vuelva a ser colonia de EEUU.

                             AQUÍ SUS CARAS






viernes, 1 de marzo de 2013

♠ LA LITERATURA NO PUEDE ESTAR MUDA FRENTE A LOS DATOS DE LA OIT Y LA ONU SOBRE EL AUMENTO DE LA POBREZA Y LOS NIÑOS QUE TRABAJAN


AUMENTA LA POBREZA, DATOS QUE MATAN Y NOS MUESTRAN QUE LA SOLUCIÓN ES ESTRUCTURAL: UNA NUEVA SOCIEDAD

Los que controlan el poder económico en el mundo y, en nuestro caso en el Perú, no quieren que se los nombre como capitalistas y mantenedores del sistema capitalista que vivimos. Tampoco quieren que los digan burgueses monopólicos, imperialistas, menos que explotan a sus trabajadores pagándoles una mínima remuneración sólo para que puedan respirar. Según ellos, son “esforzados empresarios exitosos”, “emprendedores”.

Cómo les denominamos entonces, si permiten sin ningún rubor que millones de niños trabajen para ayudar a sus padres a sobrevivir por el bajo salario que los pagan, pese a ser los que producen la riqueza que esos “empresarios exitosos” disfrutan.

Según el último informe de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), en nuestro continente, Brasil tiene el número más grande de niños que trabajan” -¡Ojo! país más rico de América Latina- Le sigue Perú -¡Ojo! País que recibe mayor inversión de los “empresarios exitosos” y donde se están enriqueciendo más, principalmente minera.
Es lo que señaló ayer miércoles 27 de febrero 2013 la directora adjunta de la OIT para la zona andina, María Arteta.

En un afán comparativo y queriendo parecer menos heródico,  el director del Instituto colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), Diego Molano, dijo orondo que “en su país trabajan 1,7 millones de niños, un número menor que en el Perú”.

Pepe Rouillon en ese sentido se pregunta: ¿Quiénes son esos niños? ¿De dónde vienen? ¿Es bueno que trabajen? ¿Qué comprendemos por los niños trabajan? ¿Dejan de estudiar? ¿Rinden bien en sus escuelas? ¿Qué norma y reglamenta la Ley de Educación? ¿Qué opina Ud.?

Por su lado los jerarcas de la ONU y el BM, en el mismo Bogotá-Colombia donde están reunidos para evaluar el “cumplimiento de los objetivos del milenio” nos informan que, mil millones de personas vivirán en la pobreza extrema en 2015, pese al esfuerzo de los “empresarios exitosos” por erradicar este flagelo que es uno de los objetivos del milenio,  y pese a que el 2000 se propusieron que sólo serán 883 millones los pobres extremos, porque si queremos hablar de los pobres en general, pasan los 5 mil millones de los 7 mil millones de la población que tiene el mundo actual. Esto no es un fracaso, simplemente falta de voluntad capitalista para pagar mejor a sus trabajadores y obreros.

La directora global del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Helen Clark, y el director gerente del BM, Mahmoud Mohieldin, no supieron explicar esta falta de cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).

¿Cómo los denominamos entonces a aquellos que mantienen y viven de un sistema excluyente, racista, segregador y que condena a sus niños y adolescentes a vivir en la indigencia? ¿Miserables? ¿Canallas? ¿Hipócritas? La literatura no inventa todavía otro tipo de denominaciones más suaves e indulgentes.